La historia interior de An y Erik

An y Erik viven en una preciosa casa señorial en Borgerhout, que renovaron en tan solo un año. Basaron sus elecciones de interior en los elementos auténticos existentes, prestando siempre atención a la estética y la comodidad.

Hasta el último detalle

Al entrar en la señorial mansión de Amberes de la experta en marketing An y el informático Erik, nada hace sospechar que la pareja lleve viviendo aquí desde hace pocos meses. La casa está acabada a la perfección. Sin embargo, la propiedad, que compraron el año pasado, no se parecía en nada a lo que es ahora. En tan solo un año se ocuparon de toda la casa: rompieron falsos techos, renovaron el tejado, instalaron una cocina nueva y dos cuartos de baño, pintaron todas las paredes y sustituyeron los suelos, muy desgastados, por Parquetvinyl.

Bonito y práctico

Después de un año de reformas, la pareja pudo mudarse a la casa de sus sueños. El padre de An trabajó en la construcción durante muchos años, lo que explica el corto plazo de renovación. An: «Nuestro proceso de renovación duró mucho menos gracias a los contactos y a la experiencia de mi padre. No solo nos puso en contacto con los proveedores y profesionales adecuados, sino que también calculó, por ejemplo, cuántos radiadores necesitábamos instalar para calentar nuestra casa. Lo que para nosotros era una montaña, para él era un grano de arena. Él tiene una mentalidad práctica, a nosotros nos tocó la estética. Naturalmente, apoyó totalmente nuestra elección del Parquetvinyl: bonito y fácil de mantener. (risas)»

Enamorados de la espiga

La elección de Parquetvinyl se hizo gracias a la empresa de construcción Van Pelt de Zoersel: allí fue donde la pareja conoció la belleza, la facilidad y las diferentes posibilidades (¡como el diseño en espiga!) de los suelos de vinilo. An pensó que el hecho de que Parquetvinyl también sea belga fue un punto a favor.

La pareja eligió la colección Yukon Mistral Herringbone y la combinó con la Yukon Mistral normal. Estas colecciones se caracterizan por sus colores suaves y naturales, así como por una estructura de madera relajada, con nudos por aquí y por allá. En el vestíbulo y en el cuarto de baño optaron por lamas rectas; en los dormitorios se instalaron suelos en espiga para aportar un efecto más chic y elegante. An: «Tenía la fijación en poner un suelo de espiga. Encaja perfectamente con los elementos auténticos de nuestra casa señorial, pero también con nuestros muebles contemporáneos».

Pericia

La instalación no la hicieron ellos mismos. Erik: «Somos bastante torpes y un diseño en espiga no es tan fácil de instalar. Así que, para evitar despilfarros y mantener el ritmo, recurrimos a la ayuda de expertos». También se tenían que nivelar los suelos, algo que no podíamos hacer nosotros mismos. Por comodidad, elegimos tablas rectas en el pasillo y en el cuarto de baño, más fáciles de instalar en estos espacios reducidos. Parquetvinyl es un suelo completamente impermeable, ¡muy práctico!

Una casa señorial como compromiso

A Erik le encantan los interiores modernos, mientras que a An le apasionan los elementos auténticos y el encanto. Una casa señorial les pareció un excelente compromiso. La puerta principal de hierro forjado, la escalera de madera con carácter y otros bellos elementos, como la claraboya y las puertas pintadas, les permitieron mantener el resto del interior bastante sobrio. An: «Vivimos aquí desde hace poco, así que, por supuesto, todavía tiene que «crecer» un poco en cuanto a mobiliario. Pero, ¡todo a su tiempo!».

Acogedora vida urbana

El barrio donde viven, Borgerhout, ya no tiene secretos para ellos: antes vivían en un piso a la vuelta de la esquina. Evidentemente, para ellos vivir en la ciudad es un estilo de vida. An: «Es fantástico poder ir andando o en bici a todas partes, ni siquiera tenemos coche». Debido a que su casa ya está completamente terminada, los fines de semana los dedican casi exclusivamente a relajarse. Desde una visita al mercado hasta cenas con amigos: en su ciudad y en su casa, pueden aprovechar la vida al máximo.

¡Gracias por la hospitalidad, An y Erik!